Por ahora el gran pintor
es el viento, dice mi madre, mientras
arrastra con un pie
un manchón amarillo, hojas
que caen sobre el parque desconocido.
Por ahora el gran pintor (es el viento, dice)
nos dibuja
separadas por un árbol de tronco inmenso;
ah cómo quisiéramos juntar nuestras manos
bailar alrededor
apoyar una mejilla sobre la corteza helada.
Pero estamos separadas
por el tronco inmenso de un árbol
en el parque desconocido.
**
De La calma (Libros de Tierra Firme, 1991), recopilados en La mitad de la verdad (bajo la luna, 2008)
gran poema, Irene... q bueno. gracias por recordarlo. saludo.
ResponderEliminarGracias, sir; Irene
ResponderEliminar[inquieta a memória, recolhida do vento e do sopro, palavra tomada ao tempo que acontecido, ainda teima acontecer por carta ao mundo]
ResponderEliminarum abraço, Irene
LB
Gracias, Leonardo; es más bello en tu portugués. Mi saludo, Irene
ResponderEliminarBello poema. Un placer.
ResponderEliminarSaludos
Mónica, gracias y mei abrazo, Irene
ResponderEliminarBellísimo !!!!!
ResponderEliminar