PENTIMENTO
Si se desvanece la capa gruesa de témpera
–y lo que vio
fue mascarada y miseria, miseria y mascarada–
qué queda de mí, qué sucede
si la cuota
de lavandina no desarma
pero desvela
eso que no fue sólo miseria,
angustia, en colores, chicos y chicas
bailando o sufriendo en colores
¿quedará sólo el trazo?
¿el multiforme pero no un trazo
rudo, ascético,
mudo?
¿y quedará como cicatriz o
llano dibujo,
no muy dolorido, ni siquiera aburrido, que
devino de mí, de fábula y realeza?
Si la témpera se opaca por la lavandina
¿quedará acuarela?
¿Habrá textura con qué
ver que el arrepentimiento no lo tengo
no era mío
ni existe?
Y quién, qué
desviste la pintura
semejante.
El subrayado pertenece a Thomas Mann.
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De La calma (Ediciones Libros de Tierra Firme, 1991), recopilado en La mitad de la verdad, bajo la luna editorial, 2008.
fotografía de un lirio (claro que con hilo y aguja y agua y jabón cualquiera)
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