jueves, 18 de noviembre de 2010

Hay para comer

La hormiga



Venía invierno,
y me propuse cargar
la hoja brillante o seca
para guardar haber; era esbelta,
sostuve la hebra
o el bulto incomprensible de llevar,
tenía el para qué, tracé
caminos para ir y
volver, e ir de vuelta,
verdes brillantes,
hojarasca, todo para qué,
invierno venía.
Ahora estoy aquí, guardada,
aterida, recuerdo la luz,
la carga, la alegría de llevar y
traer,
y el agobio (por qué habría de extender
sus alas la mariposa de un día –dijo en voz alta
la hormiga).
Invierno vino.
He traído hasta aquí hojas,
hay para comer,
la tierra está fría y húmeda,
puedo tocarla,
estirarme en el alivio
o tiritar.

De La dicha, recopilado en La mitad de la verdad (bajo la luna editorial), 2008

1 comentario:

  1. Ya lo leí varias veces y siempre me asombro cuánto me maravilla... Hermoso, Señora.

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