jueves, 4 de agosto de 2016

Pero el arte

Lo bueno y lo malo que he perdido no ha sido arte 
sino malentendidos: no saber oír,
trastabillarme;
raro cansancio hacía que diera cosas
por sentado: el abrazo;
hasta un puré era algo tan elaborado que evité pelar papas,
decir sí,
ya fuera por bueno
o malo, sin arte alguna, me equivocaba.

Después descubrí que el errar o el perderse
podrían ser lo mismo, un oficio extravagante. Pero el arte, 
ah el arte, no es oficio
sino servir
un simple puré de papas, ni muy caliente 
ni tibio
  
                                                                                         A Mirta Rosenberg, a Elizabeth Bishop.

Inédito

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