lunes, 13 de septiembre de 2010

Oh pedazo de mí, oh mitad apartada de mí

Y si no es una piedra preciosa

sino simple arenilla
guardada a un costado
del tintero. Y si no es arenilla
ni zafiro eso que sale de mí, con pinzas,
como quien quita una piedra, airecito,
puro airecito guardado
para no respirar,
sangre y arena
en mi centro exacto,
late, molesta,
astilla de qué,
más tangible que lo que no se olvida
o se tiene.
Y si es dicha lo que he guardado,
el aire que no pudo salir
duele
en el sitio
del esternón, si es dicha pura
encerrada
oh pedazo de mí, oh mitad apartada de mí,
si es eso lo que se quita, por fin
para que ría,
qué alivio tendrá la dicha afuera,
qué fácil oler los tilos,
descostillarse, dejar
secar la tinta.
**
Lo citado en cursiva pertenece a Chico Buarque de Holanda.
De La dicha, recopilado en La mitad de la verdad, bajo la luna editorial, 2008.

2 comentarios:

  1. Dicha pura encerrada, eso. Y estas ganas de poder transmitir con palabras las expresiones pos-lectura.
    Gracias, Irene.

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