miércoles, 8 de diciembre de 2010

Uno de amor

Que te quede de mí
ese ruido de amapolas
endebles y furiosas
besándote,
y guardes la mirada
perdida, detenida
en algún punto fijo, como
si te mirara detenidamente,
perdidamente,
y te toquen la memoria
mis manos
como si te tocara,
y veles
el cuerpo vivo,
increíblemente vivo
que tuve.

De Solo de contralto, recopilado en La mitad de la verdad, bajo la luna editorial, 2008

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