La soga es el vacío
de donde cuelgo, me aferro
al vacío como la soga segura
de mí. Apenas raspa
cada vez que
me abalanzo o tiemblo, el vacío
sostiene mi forma única
de andar, hay vértigo donde
sobra espacio, mi miedo
se pierde cuando cada hilacha
afloja el sentido
concreto de la perduración. La soga
no depende. He preferido atarme
a eso.
De Solo de contralto
tremendo este poema, Irene... ah... q bueno... estos textos suyos a uno le quitan el aire -como la soga- salud
ResponderEliminarNo, no, la soga no quita el aire: es vacío, vacío puro. Gracias, Irene
ResponderEliminaresta soga, hablo de esta soga, irene
ResponderEliminar"He preferido atarme /a eso". Genial. Me da bronca no tener otras palabras, pero tenía que decirlo.
ResponderEliminarPrimera vez que leo cosas tuyas, Irene. Leí todo diciembre. Muy impactado -muy favorablemente- por tu decir. Saludos desde Córdoba.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Tamarit. Mi saludo a Córdoba desde estos pagos; Irene
ResponderEliminarGenial... tampoco tengo más palabras.
ResponderEliminarSaludos desde Mendoza!
Gracias, Mendoza; Irene
ResponderEliminartus poemas caen en un lugar que, a mí, me da sosiego, gracias
ResponderEliminarMe alegro, anónimo. A mí no tanto, je; Irene
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