miércoles, 31 de agosto de 2011

Tercera persona

Tiene problemas con su lenguaje:
habla y no se le entiende,
escribe y no se le entiende.
Ironiza, da todo
por sentado, cree que lo que ve
es simple,
claro,
nada fácil para traducir.
Por ejemplo, mira la luz
natural:
la conmoción no le basta.
Pide un vínculo,
no sabe, no puede retener
sólo palabras
ni solamente
hechos,
luces,
delicadas luces.


De La luz en la ventana (El Escarabajo de Oro, 1982), recopilado en La mitad de la verdad (bajo la luna editorial, 2008).

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