Uno debería ser siempre un poco improbable. Oscar Wilde
lunes, 14 de febrero de 2011
Como el sediento
Con las manos vacías, abiertas,
listas para recibir,
el sediento pasó, bebió del cuenco
vacío de mis manos,
las besó abiertas, listas
para recibir, recostó su cabeza
como el sediento que llega
no al oasis,
a su espejismo.
[tantas as possibilidades de leitura, tantas as sedes da palavra]
ResponderEliminarum abraço,
Leonardo B.
Gracias, Leonardo; mi abrazo, Irene
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