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Uno debería ser siempre un poco improbable.
Oscar Wilde
Oscar Wilde
martes, 25 de diciembre de 2012
viernes, 21 de diciembre de 2012
Otro nocturno
Se supone que debo anotar este goteo,
la leche acuosa de la acacia
aquí en el balcón (deck o lujo de cabaña
veraniega),
y se supone debo mencionar el asombro noche tras
noche,
y el mar atrás, su tronar atrás,
pero la contemplación de repente se esfuma,
esta paz se esfuma porque no vi
muerto el rostro de mi madre,
no sentí sus manos entibiándose, después enfriándose, se supone bien
si anoto que no estuve allí
como estoy ahora a la altura de la copa de una
acacia,
quizá fue esta leche acuosa que gotea,
o alguien que puso en boca de una tal Mrs.
Ramsay: "sobre la vida,
sobre la muerte; no, pensó, no se puede decir
nada de esto a nadie".
*El encomillado pertenece a Virginia Woolf.
Inédito
viernes, 30 de noviembre de 2012
Es liviana la ceniza porque ha dado
Variaciones
IV
¿Apagaste todos los fuegos?
Y ahora deberás cargar ceniza,
despejar.
Ardieron.
Has abierto la casa a ventilar, y
el corazón huele a leño puesto
a quemar, a ramita que se deshace.
Es liviana la ceniza
porque ha dado.
**
De Notas para una tanza. Ediciones gog y magog, 2012
I
Mi cabeza envuelta en humo de un fuego apagado.
¿Pagaste los leños del hogar? O
simplemente juntabas ramas en el bosque. Ah,
marea de pinos, se bambolean y crujen
como barcos anclados (¿has visto alguna vez el mar,
has apagado todos los fuegos?).
II
¿Pagaste los leños del hogar?
Ahora echás uno a uno al fuego. Fácil,
el de la hojarasca, enciende
y consume cada rama en sí misma;
sacrificio, con tal de que prendan de una vez
los troncos, haya calor
de hogar, y este oír y mirar las chispas,
celebrar lo pagado.
Mi cabeza envuelta en humo de un fuego apagado.
¿Pagaste los leños del hogar? O
simplemente juntabas ramas en el bosque. Ah,
marea de pinos, se bambolean y crujen
como barcos anclados (¿has visto alguna vez el mar,
has apagado todos los fuegos?).
II
¿Pagaste los leños del hogar?
Ahora echás uno a uno al fuego. Fácil,
el de la hojarasca, enciende
y consume cada rama en sí misma;
sacrificio, con tal de que prendan de una vez
los troncos, haya calor
de hogar, y este oír y mirar las chispas,
celebrar lo pagado.
III
¿Apagaste todos los fuegos?
Y ahora deberás cargar ceniza,
despejar.
Llevabas cada leño al fuego,
ardieron, uno a uno.
Has abierto la casa a ventilar, y
el corazón hiede a leño puesto
y quemado
(mas quién te quita lo bailado)
cuando es día.
¿Apagaste todos los fuegos?
Y ahora deberás cargar ceniza,
despejar.
Llevabas cada leño al fuego,
ardieron, uno a uno.
Has abierto la casa a ventilar, y
el corazón hiede a leño puesto
y quemado
(mas quién te quita lo bailado)
cuando es día.
¿Apagaste todos los fuegos?
Y ahora deberás cargar ceniza,
despejar.
Ardieron.
Has abierto la casa a ventilar, y
el corazón huele a leño puesto
a quemar, a ramita que se deshace.
Es liviana la ceniza
porque ha dado.
**
De Notas para una tanza. Ediciones gog y magog, 2012
miércoles, 14 de noviembre de 2012
Bilingüe
Paloma gris
Una paloma gris acaba de mojar su cabeza
en el charco de agua.
En el charco se ven las hojas
de un árbol, que titilan,
pero no el temblor
ni las plumas empapadas
de la cabeza de la paloma.
(de La luz en la ventana, 1982)
Traducción al francés José Muchnik, Nicole Barrière
Pigeon gris
Un pigeon gris vient de tremper sa tête
dans la flaque d’eau
Dans la flaque d’eau on voit les feuilles
d’un arbre, qui titillent
mais pas le tremblement
ni les plumes trempées
de la tête du pigeon
IRENE GRUSS (de La luz en la ventana / La lumière à la fenêtre 1982)
www.travesiaspoeticas.com.ar
en el charco de agua.
En el charco se ven las hojas
de un árbol, que titilan,
pero no el temblor
ni las plumas empapadas
de la cabeza de la paloma.
(de La luz en la ventana, 1982)
Traducción al francés José Muchnik, Nicole Barrière
Pigeon gris
Un pigeon gris vient de tremper sa tête
dans la flaque d’eau
Dans la flaque d’eau on voit les feuilles
d’un arbre, qui titillent
mais pas le tremblement
ni les plumes trempées
de la tête du pigeon
IRENE GRUSS (de La luz en la ventana / La lumière à la fenêtre 1982)
www.travesiaspoeticas.com.ar
lunes, 22 de octubre de 2012
Y al revés, por qué no al revés
La risa
Sabe reír. En medio del dolor se ríe
y juega
En medio del dolor
habla claro,
cuenta que todo es simple y claro:
un cuerpo, un mueble, las personas
que miran, hacen,
juegan;
asusta
su buen humor
para todo, su fastidio
por la ambigüedad.
Sabe reír:
"nunca hubo ninguna cosa buena (el sol, la gente) que
no estuviese compensada
con el dolor
y al revés,
por qué no al revés", dice.
De El mundo incompleto
Sabe reír. En medio del dolor se ríe
y juega
En medio del dolor
habla claro,
cuenta que todo es simple y claro:
un cuerpo, un mueble, las personas
que miran, hacen,
juegan;
asusta
su buen humor
para todo, su fastidio
por la ambigüedad.
Sabe reír:
"nunca hubo ninguna cosa buena (el sol, la gente) que
no estuviese compensada
con el dolor
y al revés,
por qué no al revés", dice.
De El mundo incompleto
domingo, 14 de octubre de 2012
Música amable al fin
Porque
las hojas de ese arbolito brillan todavía,
imagino,
allá, lejos, el bosque encantado de verano.
Hasta
apuraría la noche, a que el bicherío inunde todo de música amable, al fin,
canto
que se ríe de lo grave del mar, allá, a pocos pasos,
como el
pobre se ríe,
como
las chicharras y los grillos
y los
sapos se ríen del mar, allá, lejos,
cuando
es verano todavía.
De Música amable al fin. Ilustraciones: Cecilia Afonso Esteves; mágicas naranjas ediciones, octubre 2012
viernes, 21 de septiembre de 2012
Una partida es mutua
Camina sin mí,
tiene un sudor distinto
del mío. Ese vago desprendimiento
como una desfloración:
vive sin mí, parte el pan,
lo come sin mí.
Ahora veo cómo sube
una escalera mecánica, se aleja.
Una partida
es mutua.
Amo su saludo,
ese vago desprendimiento
en el agitar nuestras manos, irse.
A mi hija
**
De La dicha (bajo la luna editorial, 2004)
lunes, 17 de septiembre de 2012
Es aquí la cosa
Lo más profundo es la piel.
Paul Valéry
El pez muere por la boca.
Muerde una ilusión casi carnal
y una cuerda finísima lo empuja
hacia arriba. Es aquí,
en la superficie, con la ilusión a medio masticar
que el pez divino muta en pescado.
Los perros se acercan
y el pescador se afirma: "Vendrá
la muerte y tendrá tus ojos".
Alguien que cierre esa mirada
tonta, insensiblemente neutra.
Es aquí, en la superficie.
Tu boca no emite siquiera
la burbuja que pudo haberte salvado,
largar el aire, girar hacia otra parte.
Al pescador no le bastan
tus ojos; corta la cabeza
y la arroja a un balde.
Vendrá la muerte otra vez
como carnada, como quien dice agua va
buscaré la finísima cuerda, morderé el anzuelo,
es aquí, es aquí la cosa, en
la superficie.
**
Nota: lo encomillado es el conocido verso de Cesare Pavese.
De La dicha, bajo la luna, 2004
domingo, 29 de julio de 2012
Falso territorio
Dejó de arder. No el leño
sino el ímpetu,
la gana, lejos,
allá.
No llego allá. No hay allá.
Lo que importa es que dejó de arder.
Inédito
sino el ímpetu,
la gana, lejos,
allá.
No llego allá. No hay allá.
Lo que importa es que dejó de arder.
Inédito
domingo, 15 de julio de 2012
Notas para una tanza
Al fin de cuentas, todo encaja:
la que muestra la hilacha, la que sangra
por la herida, como un tonel que rebasa
pero vacía,
resentida de mí: "no era sangre
sino pura psijé", dijo
que decía,
un tajo al costado ¡el alma!
estremecida por doquier, vacía,
llena de nada, muestra la piola y
un fino cordel, tanza notable sería,
atravesada.
Inédito
domingo, 8 de julio de 2012
Silencio
Es aquí un misterio natural,
aquí donde el silencio es mago,
mi señor. Lo único que cruje es el pasto.
El amor resuena
como un verso antiguo.
Resuena menos que el silencio
y más que los grillos.
Nadie ocupará su lugar, su silla.
Canta conmigo como yo,
con la boca cerrada. Tranquilo como yo despierta
y pone a mover las cosas,
a que hagan su ruido. El silencio sabe
por qué calla; hace decir y calla.
Misterio natural a la hora dorada.
**
De La dicha (2004), recopilado en La mitad de la verdad (2008), ambos en bajo la luna editorial.
aquí donde el silencio es mago,
mi señor. Lo único que cruje es el pasto.
El amor resuena
como un verso antiguo.
Resuena menos que el silencio
y más que los grillos.
Nadie ocupará su lugar, su silla.
Canta conmigo como yo,
con la boca cerrada. Tranquilo como yo despierta
y pone a mover las cosas,
a que hagan su ruido. El silencio sabe
por qué calla; hace decir y calla.
Misterio natural a la hora dorada.
**
De La dicha (2004), recopilado en La mitad de la verdad (2008), ambos en bajo la luna editorial.
martes, 12 de junio de 2012
DESPUÉS DE LA FIESTA...
Después de la fiesta, queda en la cocina sal,
canela, clavo de olor; si soplaras
verías constelaciones,
el aire subyugado: cuenta
lo que no puedes atrapar y flota ahí en el aire.
Basado en el film griego La sal de la vida.
Inédito
canela, clavo de olor; si soplaras
verías constelaciones,
el aire subyugado: cuenta
lo que no puedes atrapar y flota ahí en el aire.
Basado en el film griego La sal de la vida.
Inédito
viernes, 8 de junio de 2012
Viejo poema
MONSIEUR HIRE EN LA TERRAZA*
Lo que me sostiene,
esta tubería
que cede,
con las dos manos me aferro
pero es vieja, la
pintura se separa rápida de
la tubería que me sostiene,
secamente, pero mis dos manos
están húmedas,
tiemblan por el miedo, por el sudor,
y a medida que el caño parece quebrarse,
el amor que tuve
cede,
se desprende flojo y
cae
aceptándolo todo.
*Personaje de La noche es mi enemiga, film basado en una novela de George Simenon.
De Solo de contralto (Galerna, 1997), recopilado en La mitad de la verdad (bajo la luna, 2008)
viernes, 18 de mayo de 2012
Adivinar, transparentarse...
UNO
Tenía un alma viscosa.
Adivinar,
transparentarse, nunca.
Debajo de la ropa clara
debajo de la piel
como de brillantina,
no había luz
ni rocas ni agua.
Esa viscosidad,
vaya a saber
lo que había en su alma.
De La calma, recopilado en La mitad de la verdad, bajo la luna editorial, 2008.
miércoles, 16 de mayo de 2012
AUTORRETRATO
I
Ah, si pudiera recostarme,
ser así, la mosquita muerta que inclina su cuello, lánguida;
si borrara el rictus de una Callas desahuciada, Magnani en batón, así me veo,
dulces musas de la debilidad, dónde estáis, denme la brisa, dénmela,
no la ventolina a orillas del mar, siempre a orillas del mar, ay me,
mandolina y no viola da gamba,
quién me miraría si él observa el culo
de la que pasa, ay me, cuántas uñas delicadas habrán rasguñado el hombro, la nuez,
su espalda, oh, su espalda, y engalanar lo que no tengo,
un aspecto sutil, ese gesto de no haber sufrido hambre, menos ansia
de saber, una sor Juana cortejada por virreyes y virreinas, la suavidad
del papiro, y el vientre sin estrías, ay me,
si hubiese usado aquel pote, si no supiera que el tiempo no es el Teatro No,
máscara que cubre el savoir faire y otras minucias, oh, gatitas, si pudiera lagrimear,
las he visto contonearse sinuosas hacia mi objeto incólume,
han conseguido lo que apenas logré encaramar, robar, gozar
como Dios manda, ah, Dios, si estuvieras aquí, mándame un rayo, algún fulgor,
esa luz que oculta la vejez, la insensatez,
y vuélveme buena, modosa, bella y paciente,
Ingrid en Casablanca, un lirio en flor, el sonido
de la música.
ser así, la mosquita muerta que inclina su cuello, lánguida;
si borrara el rictus de una Callas desahuciada, Magnani en batón, así me veo,
dulces musas de la debilidad, dónde estáis, denme la brisa, dénmela,
no la ventolina a orillas del mar, siempre a orillas del mar, ay me,
mandolina y no viola da gamba,
quién me miraría si él observa el culo
de la que pasa, ay me, cuántas uñas delicadas habrán rasguñado el hombro, la nuez,
su espalda, oh, su espalda, y engalanar lo que no tengo,
un aspecto sutil, ese gesto de no haber sufrido hambre, menos ansia
de saber, una sor Juana cortejada por virreyes y virreinas, la suavidad
del papiro, y el vientre sin estrías, ay me,
si hubiese usado aquel pote, si no supiera que el tiempo no es el Teatro No,
máscara que cubre el savoir faire y otras minucias, oh, gatitas, si pudiera lagrimear,
las he visto contonearse sinuosas hacia mi objeto incólume,
han conseguido lo que apenas logré encaramar, robar, gozar
como Dios manda, ah, Dios, si estuvieras aquí, mándame un rayo, algún fulgor,
esa luz que oculta la vejez, la insensatez,
y vuélveme buena, modosa, bella y paciente,
Ingrid en Casablanca, un lirio en flor, el sonido
de la música.
Inédito
lunes, 7 de mayo de 2012
lunes, 30 de abril de 2012
El chelista
Años y años de bañarse todos los días,
las uñas impecables, tensa las cuerdas de su chelo
mira hacia la parte y
hacia la nada. Encorvado, lacio
y suavemente, en cada inclinación
se acerca su pelo a los ojos, debe
voltear otra vez la cabeza, con un impulso
no querido, sacarse de sí, empujar el arco.
Inédito
las uñas impecables, tensa las cuerdas de su chelo
mira hacia la parte y
hacia la nada. Encorvado, lacio
y suavemente, en cada inclinación
se acerca su pelo a los ojos, debe
voltear otra vez la cabeza, con un impulso
no querido, sacarse de sí, empujar el arco.
Inédito
viernes, 27 de abril de 2012
Coda
Coda
Y pronto, lo que veo se vuelve pena y la pena se va
a la nada. Un pasaje arbolado
y un claro en medio del camino: la risa, la breve, y el reírse
de costado. A lo ancho el corazón expande el tracatrá
y el tracatrá avanza de la pena a la nada.
Vanidad, te has ido lejos, te veo desde acá: entre lo que fue pena
y ahora no es sino puro camino finito
hacia la nada. ¿Qué será?, será,
lo que deba ser será canta
mientras avanza.
Inédito
Y pronto, lo que veo se vuelve pena y la pena se va
a la nada. Un pasaje arbolado
y un claro en medio del camino: la risa, la breve, y el reírse
de costado. A lo ancho el corazón expande el tracatrá
y el tracatrá avanza de la pena a la nada.
Vanidad, te has ido lejos, te veo desde acá: entre lo que fue pena
y ahora no es sino puro camino finito
hacia la nada. ¿Qué será?, será,
lo que deba ser será canta
mientras avanza.
Inédito
Figura el trazo
Que calle, dices,
que mire el sol.
Ellos están felices, dices; ríe
por la cacofonía. Te digo más,
haz de cuenta que esa gota de alcohol
no baja por el mentón de uno
–desgraciadamente baja–, ni que ese otro vaso
puede que esté lleno de niebla o de gusanos.
Que no ausculte, que en el fondo
dices
allí donde la articulación cruje
figura el trazo,
la mueca.
Inédito
que mire el sol.
Ellos están felices, dices; ríe
por la cacofonía. Te digo más,
haz de cuenta que esa gota de alcohol
no baja por el mentón de uno
–desgraciadamente baja–, ni que ese otro vaso
puede que esté lleno de niebla o de gusanos.
Que no ausculte, que en el fondo
dices
allí donde la articulación cruje
figura el trazo,
la mueca.
Inédito
sábado, 21 de abril de 2012
FRASES HECHAS
I
¡Vade retro, Satanás!;
no es lo mismo pedirle peras al olmo que tirarles margaritas
a los chanchos;
no es lo mismo:
para mí hubiera bastado decir sencillamente
árbol, bosque, roca, aire, tierra,
pero para usted, para el entorno,
no basta. Sencillamente, de pronto
se crea uno un trauma, un espectáculo,
una comedia (...).
Vade retro,
_¿Y nadie la ayuda? –preguntó el visitante; sueños,
máscaras de la imaginación de los que
se vuelve con la muerte en el alma,
agotado,
sin haber visto más que falsedades
y sin haber dicho más que tonterías:
hay que hacerlo todo en frío,
tranquilamente,
sin perder un minuto y trabajando (clava en su cabeza)
con un ardor paciente.
Ninguno de los dos engaña al otro,
pero los dos mentimos, Vade.
Alejo lo que no me pertenece, yo
sé que no sé lo que no sé, y he de
asumir monstruosamente
ciertos lineamientos de la persona humana,
como esas masas inertes que traen al mundo algunas mujeres
y que, en suma, no son más que
materia que sueña
algún vacío
o su caricia.
**
II
donde la belleza no puede mantener sus ojos
encendidos ni el nuevo Amor desearlos más de un día.
(…)
No naciste para la muerte, pájaro inmortal.
No hubo hambrienta generación que te aplastara
(…)
¡Derruidos! ¡El término es como una campana
que tañe para alejarme de ti a mi solitario yo!
De "Oda al ruiseñor", de John Keats
Como si no hubiera necesidad.
Nada implícita.
Mirad cómo el cuervo trina y
el buitre se lame el pico.
Ashes to ashes, ¿eso sois?
¿Y el cielo quedará así,
una estrella solitaria
e inhóspita?
Citas al ruiseñor, y te has quedado muda.
Nota: Este poema resulta de un montaje en el que se intercalaron fragmentos de distintos autores, entre ellos Gustave Flaubert, Thomas Bernhard, Jorge Luis Borges, Marguerite Yourcenar; seguramente hay algún otro, ligados con nexos propios. El texto de los versos 7 y 8 de II tampoco me pertenecen. Ashes to ashes, obviamente, es extracto de la oración bíblica.
¡Vade retro, Satanás!;
no es lo mismo pedirle peras al olmo que tirarles margaritas
a los chanchos;
no es lo mismo:
para mí hubiera bastado decir sencillamente
árbol, bosque, roca, aire, tierra,
pero para usted, para el entorno,
no basta. Sencillamente, de pronto
se crea uno un trauma, un espectáculo,
una comedia (...).
Vade retro,
_¿Y nadie la ayuda? –preguntó el visitante; sueños,
máscaras de la imaginación de los que
se vuelve con la muerte en el alma,
agotado,
sin haber visto más que falsedades
y sin haber dicho más que tonterías:
hay que hacerlo todo en frío,
tranquilamente,
sin perder un minuto y trabajando (clava en su cabeza)
con un ardor paciente.
Ninguno de los dos engaña al otro,
pero los dos mentimos, Vade.
Alejo lo que no me pertenece, yo
sé que no sé lo que no sé, y he de
asumir monstruosamente
ciertos lineamientos de la persona humana,
como esas masas inertes que traen al mundo algunas mujeres
y que, en suma, no son más que
materia que sueña
algún vacío
o su caricia.
**
II
donde la belleza no puede mantener sus ojos
encendidos ni el nuevo Amor desearlos más de un día.
(…)
No naciste para la muerte, pájaro inmortal.
No hubo hambrienta generación que te aplastara
(…)
¡Derruidos! ¡El término es como una campana
que tañe para alejarme de ti a mi solitario yo!
De "Oda al ruiseñor", de John Keats
Como si no hubiera necesidad.
Nada implícita.
Mirad cómo el cuervo trina y
el buitre se lame el pico.
Ashes to ashes, ¿eso sois?
¿Y el cielo quedará así,
una estrella solitaria
e inhóspita?
Citas al ruiseñor, y te has quedado muda.
Nota: Este poema resulta de un montaje en el que se intercalaron fragmentos de distintos autores, entre ellos Gustave Flaubert, Thomas Bernhard, Jorge Luis Borges, Marguerite Yourcenar; seguramente hay algún otro, ligados con nexos propios. El texto de los versos 7 y 8 de II tampoco me pertenecen. Ashes to ashes, obviamente, es extracto de la oración bíblica.
lunes, 16 de abril de 2012
Nómades por errar
Mi necesidad no tiene nombre.
No iremos al bosque.
El aire talará los árboles,
no habrá pájaros, nada.
El camino se deshará como se deshace
la carne, no habrá
tiempo.
Extrañaremos ese bosque
como si alguna vez hubiésemos ido.
Las ramas pedirán ayuda
al cielo, y cada hoja
el alivio de un ruido.
En vano extrañaremos el claro del bosque.
Como el que pierde un anhelo,
como el que lo busca en el claro de un bosque,
no videntes, no acontecidos, nómades por errar,
en vano será
la senda errada, el tiempo
goteará como lluvia sobre pájaros,
en vano pájaros ramas musgo, en vano escrito.
No iremos al bosque.
De Solo de contralto (Galerna, 1997), recopilado en La mitad de la verdad (bajo la luna, 2008)
No iremos al bosque.
El aire talará los árboles,
no habrá pájaros, nada.
El camino se deshará como se deshace
la carne, no habrá
tiempo.
Extrañaremos ese bosque
como si alguna vez hubiésemos ido.
Las ramas pedirán ayuda
al cielo, y cada hoja
el alivio de un ruido.
En vano extrañaremos el claro del bosque.
Como el que pierde un anhelo,
como el que lo busca en el claro de un bosque,
no videntes, no acontecidos, nómades por errar,
en vano será
la senda errada, el tiempo
goteará como lluvia sobre pájaros,
en vano pájaros ramas musgo, en vano escrito.
No iremos al bosque.
De Solo de contralto (Galerna, 1997), recopilado en La mitad de la verdad (bajo la luna, 2008)
lunes, 9 de abril de 2012
Sólo los elefantes encuentran mandrágora (Armonía Somers)
Enredada en sombras, agitada,
la piedra encandila, la azucena palpita,
hay estertores y vademécum
a mano, he de estirar el qué decir,
he de evitar la mueca: esto no, esto no, esto no
Inédito
la piedra encandila, la azucena palpita,
hay estertores y vademécum
a mano, he de estirar el qué decir,
he de evitar la mueca: esto no, esto no, esto no
Inédito
martes, 3 de abril de 2012
Es aquí, es aquí
El viaje
No me puedo quejar: he conocido
demasiado, con humildad,
la humanidad, parece un juego;
he visto el paisaje tan bello
desde una butaca, viajar
me produce pereza, y
sin embargo, he visto
demasiado me quejo
celebro la pereza
la lástima
mi lastimadura. Velas
enciendo para festejar
la conjura, parece
un juego, un espejismo
de fuego en el agua, celebro
la lágrima, y me río
por puro contraste,
por conocimiento, con humildad,
¿debería estar agradecida
por la respiración?
Resentir
es un nombre ambiguo, he tocado
de todo un poco,
ambigua humanidad, la conclusión
es una sola, la misma
quemadura
en un océano
cuyas olas repiten es aquí, es aquí,
y el fuego es fatuo, y
el agua
es el viaje que no hace
falta.
De Solo de contralto, recopilado en La mitad de la verdad (2008)
No me puedo quejar: he conocido
demasiado, con humildad,
la humanidad, parece un juego;
he visto el paisaje tan bello
desde una butaca, viajar
me produce pereza, y
sin embargo, he visto
demasiado me quejo
celebro la pereza
la lástima
mi lastimadura. Velas
enciendo para festejar
la conjura, parece
un juego, un espejismo
de fuego en el agua, celebro
la lágrima, y me río
por puro contraste,
por conocimiento, con humildad,
¿debería estar agradecida
por la respiración?
Resentir
es un nombre ambiguo, he tocado
de todo un poco,
ambigua humanidad, la conclusión
es una sola, la misma
quemadura
en un océano
cuyas olas repiten es aquí, es aquí,
y el fuego es fatuo, y
el agua
es el viaje que no hace
falta.
De Solo de contralto, recopilado en La mitad de la verdad (2008)
sábado, 24 de marzo de 2012
No hay lugar para la huida, ángel del deseo
JINETES DEL APOCALIPSIS
(De archivo)
No hay lugar para la huida, ángel
del deseo.
Ellos, que dicen que son fantasmas,
siguen haciendo malas artes,
influyen, lo hacen bien,
estorban la huida, ángel
del deseo. Me corrompen.
Adonde fuera, el sol o la lluvia
me perseguirían como un testigo;
adonde me quedara,
ellos,
que dicen que son fantasmas,
mandarían cartas anónimas, desapasionadas
o donde la pasión
ocupa un lugar antiguo, de pacotilla.
Ahora, dicen,
el cielo se resquebraja tanto como
el suelo,
la gente lee libros trágicos,
sueña con llanuras que
parecen desiertos.
Ahora, dicen, todo ha terminado.
Y yo quería un lugar,
un toque
de infancia,
una frase verdadera.
De La calma (Libros de Tierra Firme), recopilado en La mitad de la verdad, bajo la luna editorial, 2008
(De archivo)
No hay lugar para la huida, ángel
del deseo.
Ellos, que dicen que son fantasmas,
siguen haciendo malas artes,
influyen, lo hacen bien,
estorban la huida, ángel
del deseo. Me corrompen.
Adonde fuera, el sol o la lluvia
me perseguirían como un testigo;
adonde me quedara,
ellos,
que dicen que son fantasmas,
mandarían cartas anónimas, desapasionadas
o donde la pasión
ocupa un lugar antiguo, de pacotilla.
Ahora, dicen,
el cielo se resquebraja tanto como
el suelo,
la gente lee libros trágicos,
sueña con llanuras que
parecen desiertos.
Ahora, dicen, todo ha terminado.
Y yo quería un lugar,
un toque
de infancia,
una frase verdadera.
De La calma (Libros de Tierra Firme), recopilado en La mitad de la verdad, bajo la luna editorial, 2008
lunes, 19 de marzo de 2012
Nocturna
Que quede la ropa recién tendida
y el viento y el temporal obren
por cuenta de dios. Finge
que también otro toca tu blusa, baja el bretel aquel, y
se hunde en la lavanda de las sábanas
como sueles hundirte tarde, tarde.
Inédito
y el viento y el temporal obren
por cuenta de dios. Finge
que también otro toca tu blusa, baja el bretel aquel, y
se hunde en la lavanda de las sábanas
como sueles hundirte tarde, tarde.
Inédito
sábado, 17 de marzo de 2012
De archivo
TATUAJE I
No uses pincel de cerda,
ni pelo de conejo;
procura lo más suave: bigote de ratón o cabello
de niño.
Severo Sarduy
Enemistada con la vida
que ofrecía tanto,
vaciada,
dispuesta a reír,
a dar algo
hube de hacer las cosas
trastrocando
girando un escalpelo
mojado en tinta hube
de limar
punzar
un dibujo
expresionista.
Si la espalda fuera más condescendiente,
si mi enojo con la vida
fuera más liviano... por qué hube
de elegir un estilo
tan antiguo, un dibujo
tan dolido y
raro
De La calma (Ediciones Libros de Tierra Firme, 1991), recopilado en La mitad de la verdad, bajo la luna editorial, 2008
No uses pincel de cerda,
ni pelo de conejo;
procura lo más suave: bigote de ratón o cabello
de niño.
Severo Sarduy
Enemistada con la vida
que ofrecía tanto,
vaciada,
dispuesta a reír,
a dar algo
hube de hacer las cosas
trastrocando
girando un escalpelo
mojado en tinta hube
de limar
punzar
un dibujo
expresionista.
Si la espalda fuera más condescendiente,
si mi enojo con la vida
fuera más liviano... por qué hube
de elegir un estilo
tan antiguo, un dibujo
tan dolido y
raro
De La calma (Ediciones Libros de Tierra Firme, 1991), recopilado en La mitad de la verdad, bajo la luna editorial, 2008
domingo, 11 de marzo de 2012
Otro viejísimo poema
No te trae la lluvia
ni el viento acerca
siquiera un soplo,
un ruido, algún misterio.
Ni cuando arden mis ojos llega
a vos el
no verte.
Cada paso que doy
es para sentir el suelo
y anhelar una señal lejana,
cercana de que estás, ahí,
tan despierto como yo
y haciendo del tiempo una nada,
esa que horada cualquier elemento.
Dulce manotazo de ahogada, doy
lo único que doy: miseria, mascarada.
Ni la lluvia te trae
ni el polen; esto, Dios, no es natural,
es el llamado sino,
no el semen que quise tomar hasta
la euforia, la confusión.
Ni el viento acerca las cáscaras de otoño, la furia;
esto no es natural: el año pasa raro,
sin escrúpulos, hace calor
en mayo pleno.
Ni el mar dice
algo de vos, como si no hubiera
un secreto en este no.
Él, que como el fuego sabe
de los vivos y los muertos,
nada avisa
y declara: ausencia fatal, milagro del yo sólo, aguanta
y zozobra, pajarito divino,
mensajero ebrio que guías
la humareda de mí,
humo de colores, sube, deforme, desalmado,
aroma de ceniza y de chispa
que no podrás oler, esto no es natural,
estás tan oscuro y tan claro
como ese aire enrarecido
y como esa agua que no lleva
más que el ala
de mi ángel guardián, pajarito
que dicta: no estás, nada
te trae,
es el llamado sino,
es a quien llamo y
se pierde
como un eco mortal.
De Solo de contralto
ni el viento acerca
siquiera un soplo,
un ruido, algún misterio.
Ni cuando arden mis ojos llega
a vos el
no verte.
Cada paso que doy
es para sentir el suelo
y anhelar una señal lejana,
cercana de que estás, ahí,
tan despierto como yo
y haciendo del tiempo una nada,
esa que horada cualquier elemento.
Dulce manotazo de ahogada, doy
lo único que doy: miseria, mascarada.
Ni la lluvia te trae
ni el polen; esto, Dios, no es natural,
es el llamado sino,
no el semen que quise tomar hasta
la euforia, la confusión.
Ni el viento acerca las cáscaras de otoño, la furia;
esto no es natural: el año pasa raro,
sin escrúpulos, hace calor
en mayo pleno.
Ni el mar dice
algo de vos, como si no hubiera
un secreto en este no.
Él, que como el fuego sabe
de los vivos y los muertos,
nada avisa
y declara: ausencia fatal, milagro del yo sólo, aguanta
y zozobra, pajarito divino,
mensajero ebrio que guías
la humareda de mí,
humo de colores, sube, deforme, desalmado,
aroma de ceniza y de chispa
que no podrás oler, esto no es natural,
estás tan oscuro y tan claro
como ese aire enrarecido
y como esa agua que no lleva
más que el ala
de mi ángel guardián, pajarito
que dicta: no estás, nada
te trae,
es el llamado sino,
es a quien llamo y
se pierde
como un eco mortal.
De Solo de contralto
jueves, 23 de febrero de 2012
Objetivismo
Se secó el patio. Antes, las baldosas
brillaban rojas y había un charco en el centro,
señal de que el patio es viejo, el piso se hunde.
Nadie entró el triciclo; quedó ahí afuera
goteando.
El cielo sigue seco como el patio.
Inédito
brillaban rojas y había un charco en el centro,
señal de que el patio es viejo, el piso se hunde.
Nadie entró el triciclo; quedó ahí afuera
goteando.
El cielo sigue seco como el patio.
Inédito
martes, 21 de febrero de 2012
Pesca en el lago
Al lado de los patos
(una familia de pequeños patos salvajes)
navega una botella de lavandina,
de plástico, amarilla.
Para algunos filósofos y poetas / esto fue
una imagen de lo real miserable.
Creían que
había sido puesta
precisamente ahí, junto
a patos salvajes, en el lago,
para regocijo y reflejo causal
del desencanto.
El plástico amarillo navegó
hasta detenerse en una isla artificial.
Los patos dieron la vuelta y
siguieron su camino.
Patos hambrientos, pensé, van a comer
la carnada perdida
por esas cosas de la corriente.
Los chicos veían cómo se alejaba su botella
hacia el centro del lago,
maldijeron al viento
y sólo atinaron a sufrir
y a sonreír.
De La calma, recopilado en La mitad de la verdad, 2008
(una familia de pequeños patos salvajes)
navega una botella de lavandina,
de plástico, amarilla.
Para algunos filósofos y poetas / esto fue
una imagen de lo real miserable.
Creían que
había sido puesta
precisamente ahí, junto
a patos salvajes, en el lago,
para regocijo y reflejo causal
del desencanto.
El plástico amarillo navegó
hasta detenerse en una isla artificial.
Los patos dieron la vuelta y
siguieron su camino.
Patos hambrientos, pensé, van a comer
la carnada perdida
por esas cosas de la corriente.
Los chicos veían cómo se alejaba su botella
hacia el centro del lago,
maldijeron al viento
y sólo atinaron a sufrir
y a sonreír.
De La calma, recopilado en La mitad de la verdad, 2008
sábado, 18 de febrero de 2012
Plegarias atendidas
Plegarias atendidas, como se barre
la herida, lo que había que sufrir,
la lástima, la mía.
Plegarias atendidas:
he dejado de rezar,
las rodillas se arrastraban
porque dolían.
Lo dejado a perder, valentía o
plegarias atendidas.
Hora que no viví, hora que no vivía
llegaron por plegarias atendidas.
He decidido llorar tanto
más
el dividendo o la nada
por plegarias atendidas.
**
Obviamente se parafrasea lo escrito por santa Teresa: "Se derraman más lágrimas por plegarias atendidas que por las no atendidas".
la herida, lo que había que sufrir,
la lástima, la mía.
Plegarias atendidas:
he dejado de rezar,
las rodillas se arrastraban
porque dolían.
Lo dejado a perder, valentía o
plegarias atendidas.
Hora que no viví, hora que no vivía
llegaron por plegarias atendidas.
He decidido llorar tanto
más
el dividendo o la nada
por plegarias atendidas.
**
Obviamente se parafrasea lo escrito por santa Teresa: "Se derraman más lágrimas por plegarias atendidas que por las no atendidas".
viernes, 17 de febrero de 2012
Admirable me tendía
Me di sin decir esta boca
sábado, 11 de febrero de 2012
Al final del día
Y ahora bailás,
das la vuelta y flotás en el aire,
no sé qué se festeja
pero bailás la salsa que suena en el parlante,
casi flotás como quien llega a Dios,
satisfecho pero no, no es eso, hay algo falso, tampoco
es alegría lo que suena,
fueron bombos.
Al volver a casa, ya descalzo
hartos de zarandear los pies
dicen algo, no sé bien qué,
quizás es la madera que cruje debajo de vos,
algo te hace tambalear
al final del día,
cuando suena la sirena; la de los barcos, la de la fábrica.
Inédito
domingo, 5 de febrero de 2012
Tibia e impura
LUCINA
a mi hija
Va a llamarse Lucina.
Va a tener esa luz
en el nombre y
cuando aspire el aire
(tibia e impura)
gozosamente, el aire.
domingo, 29 de enero de 2012
El límite
Yergue tu pensamiento insomne
como el lago aquel de olas cortas, salpica
nimiedad;
agua cercada por el límite:
aquí termina.
jueves, 26 de enero de 2012
Exhalás humo
Quedaste agotado después de leer ese libro. Ahora, lo mirás con desprecio sobre el escritorio, mañana lo pondrás nuevamente en el estante, antes lo abrirás, repasarás una que otra página, lo volverás a cerrar ofuscado.
Levantás las cobijas y te frotás los párpados mientras volteás desde el talón primero un zapato, de inmediato el otro, y apoyás por primera vez en la noche los pies en la madera. Hace frío, ahora lo notás, o es el cansancio. Nada mejor o peor que ese desvestirse y mirarse así, semidesnudo, libre de botones, el cinturón que apretaba la cintura, los calcetines dentro de cada zapato. Ahora el techo, las paredes, el último cigarrillo con aliento a menta y lo que quedó de la boca pastosa antes de la higiene. Recordás que dejaste la copa de ron y de un salto salís de la cama, llevás la copa a la cocina, le das un enjuague superficial; no soportás el olor ni el aliento a alcohol, apenas el de un cigarrillo que supuestamente va a relajarte o te podría llevar al sueño. Seguís pensando en el libro, se te ocurren reflexiones que nunca anotarías pero quedan, van quedando mientras aplastás la almohada e intentás que el arco de la nuca entre en esa concavidad.
Añorás el coito, un cuerpo, aunque más no sea este, ese o aquel. Y te das vuelta. Programás ahora la alarma del celular, por si acaso, para no levantarte abombado ni después de hora. No lo apagás nunca; que molesten.
Una moto chirría el asfalto allá afuera; alguien pega un grito. La ventana. Hora de ir a mirar por la ventana. El cielo está blanco otra vez, pura escenografía. Descalzo, semidesnudo, empezás a elucubrar y a mirar las cosas de un modo igual a la fascinación. La noche es más cambiante que la germinación del poroto, pensás y te reís; que engendrar un hijo.
Bajás la cabeza y exhalás.
**
Inédito, de Piezas mínimas
Levantás las cobijas y te frotás los párpados mientras volteás desde el talón primero un zapato, de inmediato el otro, y apoyás por primera vez en la noche los pies en la madera. Hace frío, ahora lo notás, o es el cansancio. Nada mejor o peor que ese desvestirse y mirarse así, semidesnudo, libre de botones, el cinturón que apretaba la cintura, los calcetines dentro de cada zapato. Ahora el techo, las paredes, el último cigarrillo con aliento a menta y lo que quedó de la boca pastosa antes de la higiene. Recordás que dejaste la copa de ron y de un salto salís de la cama, llevás la copa a la cocina, le das un enjuague superficial; no soportás el olor ni el aliento a alcohol, apenas el de un cigarrillo que supuestamente va a relajarte o te podría llevar al sueño. Seguís pensando en el libro, se te ocurren reflexiones que nunca anotarías pero quedan, van quedando mientras aplastás la almohada e intentás que el arco de la nuca entre en esa concavidad.
Añorás el coito, un cuerpo, aunque más no sea este, ese o aquel. Y te das vuelta. Programás ahora la alarma del celular, por si acaso, para no levantarte abombado ni después de hora. No lo apagás nunca; que molesten.
Una moto chirría el asfalto allá afuera; alguien pega un grito. La ventana. Hora de ir a mirar por la ventana. El cielo está blanco otra vez, pura escenografía. Descalzo, semidesnudo, empezás a elucubrar y a mirar las cosas de un modo igual a la fascinación. La noche es más cambiante que la germinación del poroto, pensás y te reís; que engendrar un hijo.
Bajás la cabeza y exhalás.
**
Inédito, de Piezas mínimas
jueves, 19 de enero de 2012
El sol que insiste
¿Habrá que apagar esa vela
sin resignación,
como sorpresa apagar
esa vela,
retirar los ojos
a descanso,
aquietar el alma?
¿Habrá que dejar
de morir de amor,
habrá que dormir? ¿Despertar
y ver
el sol de vuelta?
¿Mirar, y mirar
y mirar el sol, de
vuelta?
sin resignación,
como sorpresa apagar
esa vela,
retirar los ojos
a descanso,
aquietar el alma?
¿Habrá que dejar
de morir de amor,
habrá que dormir? ¿Despertar
y ver
el sol de vuelta?
¿Mirar, y mirar
y mirar el sol, de
vuelta?
martes, 10 de enero de 2012
El hormigueo
Sol de invierno
insiste
como un amante genuino
tiñe ramas apretadas
tallitos de paraíso
lame mi corazón
como a la hojarasca.
insiste
como un amante genuino
tiñe ramas apretadas
tallitos de paraíso
lame mi corazón
como a la hojarasca.
domingo, 1 de enero de 2012
Lo que puede la rosa
Esa rosa casi abierta tiene un pétalo
abierto en su totalidad,
con una inclinación acentuada que
me invita al baile.
Viejísimo e inédito
abierto en su totalidad,
con una inclinación acentuada que
me invita al baile.
Viejísimo e inédito
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